Peinado
El cuidado del pelo es, quizás, la tarea más importante en estas razas. Una rutina constante es clave no solo para un manto espectacular, sino también para la salud general de tu gato.
Las Herramientas Correctas: Nuestro Secreto
Con la experiencia, hemos perfeccionado nuestra técnica y seleccionado las herramientas que mejor cuidan el delicado manto del Persa y el Exótico. Nuestra recomendación se basa en un sistema de dos peines, descartando las cardas que pueden ser agresivas con la piel y el pelo.
1. Peine de púas largas, rígidas y de punta redonda: Esta es la primera y más crucial herramienta. Se utiliza para abrir el manto con suavidad desde la raíz hasta las puntas, deshaciendo los nudos profundos sin arañar ni irritar la piel. El que nosotros recomendamos y usamos a diario es el Artero Peine Gigante Azul Nature Collection. Un truco muy útil es aplicar una pequeña cantidad de acondicionador bifásico en spray sobre el peine para facilitar el deslizamiento y proteger el pelo de la rotura.
2. Peine de púas flexibles: Una vez que el pelo está completamente abierto y sin nudos, este segundo peine es perfecto para dar volumen y esponjosidad. Sus púas flexibles levantan el manto y retiran el pelo muerto que ha quedado suelto. Para esta tarea, nuestra elección es el Artero Peine Volumen 230 Nature Collection.
Queremos insistir en un punto clave: la calidad de los peines es fundamental. La experiencia del peinado y el resultado final cambian drásticamente en función de las herramientas que se usen. Invertir en un par de buenos peines es una decisión inteligente; son herramientas que os durarán toda la vida y os asegurarán un acabado profesional, haciendo que la rutina sea más fácil para vosotros y mucho más agradable para vuestro gato.
La Rutina del Peinado: La frecuencia es el secreto del éxito: a diario para el gato Persa de pelo largo y, al menos, una vez por semana para el Exótico de pelo corto. Los beneficios de esta rutina son enormes:
Previene Bolas de Pelo: Retiramos gran parte del pelo muerto que, de otra forma, ingeriría al acicalarse, evitando problemas digestivos.
Evita Nudos Dolorosos: Prevenimos la formación de enredos que tiran de la piel, causan irritaciones y pueden llegar a ser muy dolorosos.
Fortalece Vuestro Vínculo: Un peinado suave y relajante se convierte en una sesión de mimos que ambos disfrutaréis.
Permite una Revisión de Salud: Es el momento perfecto para pasar las manos por todo su cuerpo y revisar que la piel está sana, sin bultos ni irritaciones.
Las Herramientas Correctas: Nuestro Secreto
Con la experiencia, hemos perfeccionado nuestra técnica y seleccionado las herramientas que mejor cuidan el delicado manto del Persa y el Exótico. Nuestra recomendación se basa en un sistema de dos peines, descartando las cardas que pueden ser agresivas con la piel y el pelo.
1. Peine de púas largas, rígidas y de punta redonda: Esta es la primera y más crucial herramienta. Se utiliza para abrir el manto con suavidad desde la raíz hasta las puntas, deshaciendo los nudos profundos sin arañar ni irritar la piel. El que nosotros recomendamos y usamos a diario es el Artero Peine Gigante Azul Nature Collection. Un truco muy útil es aplicar una pequeña cantidad de acondicionador bifásico en spray sobre el peine para facilitar el deslizamiento y proteger el pelo de la rotura.
2. Peine de púas flexibles: Una vez que el pelo está completamente abierto y sin nudos, este segundo peine es perfecto para dar volumen y esponjosidad. Sus púas flexibles levantan el manto y retiran el pelo muerto que ha quedado suelto. Para esta tarea, nuestra elección es el Artero Peine Volumen 230 Nature Collection.
Queremos insistir en un punto clave: la calidad de los peines es fundamental. La experiencia del peinado y el resultado final cambian drásticamente en función de las herramientas que se usen. Invertir en un par de buenos peines es una decisión inteligente; son herramientas que os durarán toda la vida y os asegurarán un acabado profesional, haciendo que la rutina sea más fácil para vosotros y mucho más agradable para vuestro gato.
La Rutina del Peinado: La frecuencia es el secreto del éxito: a diario para el gato Persa de pelo largo y, al menos, una vez por semana para el Exótico de pelo corto. Los beneficios de esta rutina son enormes:
Previene Bolas de Pelo: Retiramos gran parte del pelo muerto que, de otra forma, ingeriría al acicalarse, evitando problemas digestivos.
Evita Nudos Dolorosos: Prevenimos la formación de enredos que tiran de la piel, causan irritaciones y pueden llegar a ser muy dolorosos.
Fortalece Vuestro Vínculo: Un peinado suave y relajante se convierte en una sesión de mimos que ambos disfrutaréis.
Permite una Revisión de Salud: Es el momento perfecto para pasar las manos por todo su cuerpo y revisar que la piel está sana, sin bultos ni irritaciones.

Preparación para el baño
Una preparación adecuada es fundamental para un baño exitoso y sin estrés. Para que el proceso no sea traumático, lo ideal es acostumbrar al gato a esta rutina desde que es muy pequeño. Durante todo el proceso, háblale en un tono suave y cariñoso, y evita los movimientos bruscos o ruidos fuertes que puedan asustarlo.
Sigue estos pasos antes de empezar:
Peinado a Fondo: Es imprescindible peinar muy bien al gato para deshacer todos los nudos antes de mojarlo. Los enredos que no se eliminan se endurecen con el agua, volviéndose casi imposibles de quitar después.
Cortar las Uñas: Si no lo has hecho recientemente, este es el momento perfecto para hacerlo y evitar arañazos.
Preparar los Productos: Ten listas todas las mezclas de champús, ya diluidas en sus botellas aplicadoras, para tenerlas a mano cuando las necesites.
Crear un Ambiente Adecuado y Seguro:
Utiliza siempre agua tibia.
Proporciónale una superficie estable y no resbaladiza sobre la que apoyarse, como una toalla o una alfombrilla en el fondo de la bañera. Esto reduce enormemente su estrés al evitar que sus patas se deslicen.
Si usas una bañera profunda, un buen truco es colocar una pequeña banqueta o un elevador dentro. Esto le permite ver el exterior, sentirse menos atrapado y estar mucho más relajado.
Sigue estos pasos antes de empezar:
Peinado a Fondo: Es imprescindible peinar muy bien al gato para deshacer todos los nudos antes de mojarlo. Los enredos que no se eliminan se endurecen con el agua, volviéndose casi imposibles de quitar después.
Cortar las Uñas: Si no lo has hecho recientemente, este es el momento perfecto para hacerlo y evitar arañazos.
Preparar los Productos: Ten listas todas las mezclas de champús, ya diluidas en sus botellas aplicadoras, para tenerlas a mano cuando las necesites.
Crear un Ambiente Adecuado y Seguro:
Utiliza siempre agua tibia.
Proporciónale una superficie estable y no resbaladiza sobre la que apoyarse, como una toalla o una alfombrilla en el fondo de la bañera. Esto reduce enormemente su estrés al evitar que sus patas se deslicen.
Si usas una bañera profunda, un buen truco es colocar una pequeña banqueta o un elevador dentro. Esto le permite ver el exterior, sentirse menos atrapado y estar mucho más relajado.

El baño
Fase 1: Limpieza Desengrasante
El objetivo de esta primera fase es eliminar por completo la grasa, el sebo y la suciedad del pelaje. Para ello, prepara una mezcla con una pequeña cantidad de crema desengrasante (como PinkPawPal), 20 ml de un champú de uso frecuente (como Chris Christensen Day to Day) y 250 ml de agua tibia. La cantidad de crema desengrasante debe ajustarse a la condición del gato; es mejor empezar con poca y personalizar la dosis en futuros baños según los resultados, ya que cada animal tiene necesidades diferentes.
Aplicación: Moja completamente al gato y aplica la mezcla por todo el cuerpo, masajeando bien en las zonas más grasas como el cuello, la base de la cola, las ingles y las axilas. Deja que actúe durante 2-3 minutos y después, aclara a conciencia.
Fase 2: Limpieza Profunda con Acondicionador
Esta fase busca hidratar y preparar el pelaje para el secado, dejándolo suelto y sin apelmazar. Utiliza un champú de alta calidad que contenga acondicionador y un alto poder hidratante (como 'Grimineitor').
Aplicación: Diluye el champú según las indicaciones del fabricante y aplícalo por todo el cuerpo. En gatos de pelo largo, es crucial masajear la piel para limpiarla, pero siempre aplicando el producto sobre el pelo en el sentido del crecimiento (de raíz a puntas), sin frotar en círculos para no crear nudos. Deja actuar la mezcla entre 3 y 5 minutos antes de aclarar.
(Opcional) Fase 3: Champú Específico
Esta fase se realiza únicamente si buscas un acabado concreto, como matizar el color del manto o prepararlo para una exposición. Para ello, utiliza un champú tonalizante o específico para el color del pelaje, siguiendo estrictamente las instrucciones del fabricante.
Consejos Finales
Es muy importante respetar el tiempo de actuación de cada champú para que cumpla su función. Para que tu gato esté cómodo y no pase frío durante la espera, puedes meterlo en un barreño con agua tibia que le cubra el cuerpo. Esto, además de mantenerlo caliente, ayuda a que el producto penetre mejor en el pelaje.
El objetivo de esta primera fase es eliminar por completo la grasa, el sebo y la suciedad del pelaje. Para ello, prepara una mezcla con una pequeña cantidad de crema desengrasante (como PinkPawPal), 20 ml de un champú de uso frecuente (como Chris Christensen Day to Day) y 250 ml de agua tibia. La cantidad de crema desengrasante debe ajustarse a la condición del gato; es mejor empezar con poca y personalizar la dosis en futuros baños según los resultados, ya que cada animal tiene necesidades diferentes.
Aplicación: Moja completamente al gato y aplica la mezcla por todo el cuerpo, masajeando bien en las zonas más grasas como el cuello, la base de la cola, las ingles y las axilas. Deja que actúe durante 2-3 minutos y después, aclara a conciencia.
Fase 2: Limpieza Profunda con Acondicionador
Esta fase busca hidratar y preparar el pelaje para el secado, dejándolo suelto y sin apelmazar. Utiliza un champú de alta calidad que contenga acondicionador y un alto poder hidratante (como 'Grimineitor').
Aplicación: Diluye el champú según las indicaciones del fabricante y aplícalo por todo el cuerpo. En gatos de pelo largo, es crucial masajear la piel para limpiarla, pero siempre aplicando el producto sobre el pelo en el sentido del crecimiento (de raíz a puntas), sin frotar en círculos para no crear nudos. Deja actuar la mezcla entre 3 y 5 minutos antes de aclarar.
(Opcional) Fase 3: Champú Específico
Esta fase se realiza únicamente si buscas un acabado concreto, como matizar el color del manto o prepararlo para una exposición. Para ello, utiliza un champú tonalizante o específico para el color del pelaje, siguiendo estrictamente las instrucciones del fabricante.
Consejos Finales
Es muy importante respetar el tiempo de actuación de cada champú para que cumpla su función. Para que tu gato esté cómodo y no pase frío durante la espera, puedes meterlo en un barreño con agua tibia que le cubra el cuerpo. Esto, además de mantenerlo caliente, ayuda a que el producto penetre mejor en el pelaje.

Secado (fase 1)
El secado es, sin duda, la parte más crítica y que más tiempo requiere. Un secado a fondo no solo previene que el manto se apelmace y coja un aspecto sucio y graso, sino que también es clave para evitar que la piel se irrite o, lo que es peor, que aparezcan hongos. Hay que tener en cuenta que el pelo del Persa y el Exótico tiene una textura única y, si se deja secar al aire, se apelmaza en la base, haciendo casi imposible peinarlo después.
La preparación para el secado es tan importante como el secado en sí. Asegúrate de tener las herramientas adecuadas a mano: toallas de buen secado, un secador de aire potente y los peines que usas a diario.
Eliminación del Exceso de Agua:
Antes de usar la toalla, escurre con la mano el exceso de agua del pelo sin apretar demasiado. Esto te ayudará a eliminar una gran cantidad de agua y a reducir el tiempo de secado posterior. Después, envuelve a tu gato en una toalla (de algodón o microfibra, o cualquier toalla que seque bien) y presiona suavemente, sin frotar. Este paso es fundamental para eliminar la mayor cantidad de agua posible y reducir el tiempo de secado con el secador. Un truco para agilizar el proceso es dejar al gato enrollado en una toalla mientras secas otras partes de su cuerpo, así la toalla continuará absorbiendo la humedad.
La preparación para el secado es tan importante como el secado en sí. Asegúrate de tener las herramientas adecuadas a mano: toallas de buen secado, un secador de aire potente y los peines que usas a diario.
Eliminación del Exceso de Agua:
Antes de usar la toalla, escurre con la mano el exceso de agua del pelo sin apretar demasiado. Esto te ayudará a eliminar una gran cantidad de agua y a reducir el tiempo de secado posterior. Después, envuelve a tu gato en una toalla (de algodón o microfibra, o cualquier toalla que seque bien) y presiona suavemente, sin frotar. Este paso es fundamental para eliminar la mayor cantidad de agua posible y reducir el tiempo de secado con el secador. Un truco para agilizar el proceso es dejar al gato enrollado en una toalla mientras secas otras partes de su cuerpo, así la toalla continuará absorbiendo la humedad.
Secado (fase 2)
Secado con Aire:
Para esta fase, recomendamos un expulsor, un secador de pie o un secador de mano de alta potencia. Su caudal de aire potente y a temperatura controlada es lo que consigue "abrir" el manto desde la raíz y dejarlo suelto y esponjoso.
Coloca a tu gato sobre una superficie estable. Si usas una mesa, asegúrate de que tiene un tapete antideslizante.
Enciende el secador en su potencia más baja y con aire tibio. La primera vez que lo uses, puede asustarse un poco, así que tómate tu tiempo.
Para empezar a abrir el pelo y acelerar el secado, utiliza el peine de púas largas y rígidas. Puedes aplicar un poco de acondicionador bifásico en spray sobre el peine para que se deslice mejor. Trabaja el pelo por secciones, dirigiendo el aire hacia la raíz y peinando a contrapelo para levantar el manto. Una vez que has abierto bien una zona, cambia al peine de púas flexibles para seguir separando el pelo y dando volumen.
Presta especial atención a las patas, ya que son zonas que tardan mucho en secar. Utiliza el peine de púas flexibles para trabajarlas a fondo y asegurarte de que no quede humedad.
A medida que se acostumbre, puedes aumentar gradualmente la potencia, pero siempre manteniendo la temperatura controlada para no quemar la piel.
El Secado Completo:
Continúa con este proceso por todo el cuerpo, prestando especial atención a las zonas con más densidad de pelo, como la parte posterior de las patas, la cola y el "collar". Ve peinando a contrapelo con el secador, asegurándote de que cada mechón está completamente seco. El pelo debe quedar suelto, esponjoso y con volumen, sin sensación de humedad en la base. Si queda cualquier rastro de humedad, el pelo se apelmazará y se ensuciará mucho más rápido.
Si tu gato no tolera el aire en la cara, puedes secarle la zona con una toalla y, para terminar de eliminar la humedad, usar papel de cocina absorbente.
Las cabinas de secado son una ayuda excelente, sobre todo si tienes que bañar a más de un gato. Puedes usarlas para quitar la humedad inicial mientras te dedicas a secar a fondo a otro gato con el expulsor. Sin embargo, debes saber que, a día de hoy, no existe ninguna cabina que deje el pelo con el mismo volumen y acabado profesional que se consigue con un secador de alta potencia. Lo ideal es secar al máximo con la cabina y luego terminar de secar a mano.
Para esta fase, recomendamos un expulsor, un secador de pie o un secador de mano de alta potencia. Su caudal de aire potente y a temperatura controlada es lo que consigue "abrir" el manto desde la raíz y dejarlo suelto y esponjoso.
Coloca a tu gato sobre una superficie estable. Si usas una mesa, asegúrate de que tiene un tapete antideslizante.
Enciende el secador en su potencia más baja y con aire tibio. La primera vez que lo uses, puede asustarse un poco, así que tómate tu tiempo.
Para empezar a abrir el pelo y acelerar el secado, utiliza el peine de púas largas y rígidas. Puedes aplicar un poco de acondicionador bifásico en spray sobre el peine para que se deslice mejor. Trabaja el pelo por secciones, dirigiendo el aire hacia la raíz y peinando a contrapelo para levantar el manto. Una vez que has abierto bien una zona, cambia al peine de púas flexibles para seguir separando el pelo y dando volumen.
Presta especial atención a las patas, ya que son zonas que tardan mucho en secar. Utiliza el peine de púas flexibles para trabajarlas a fondo y asegurarte de que no quede humedad.
A medida que se acostumbre, puedes aumentar gradualmente la potencia, pero siempre manteniendo la temperatura controlada para no quemar la piel.
El Secado Completo:
Continúa con este proceso por todo el cuerpo, prestando especial atención a las zonas con más densidad de pelo, como la parte posterior de las patas, la cola y el "collar". Ve peinando a contrapelo con el secador, asegurándote de que cada mechón está completamente seco. El pelo debe quedar suelto, esponjoso y con volumen, sin sensación de humedad en la base. Si queda cualquier rastro de humedad, el pelo se apelmazará y se ensuciará mucho más rápido.
Si tu gato no tolera el aire en la cara, puedes secarle la zona con una toalla y, para terminar de eliminar la humedad, usar papel de cocina absorbente.
Las cabinas de secado son una ayuda excelente, sobre todo si tienes que bañar a más de un gato. Puedes usarlas para quitar la humedad inicial mientras te dedicas a secar a fondo a otro gato con el expulsor. Sin embargo, debes saber que, a día de hoy, no existe ninguna cabina que deje el pelo con el mismo volumen y acabado profesional que se consigue con un secador de alta potencia. Lo ideal es secar al máximo con la cabina y luego terminar de secar a mano.
