Preparación y Herramientas para el Secado
Una vez que el gato está limpio y bien escurrido con la toalla, empieza la fase del secado. Antes de llevar al gato a la zona de secado, ten preparados todos los utensilios, principalmente el secador de mano y el peine.
Muchos gatos se asustan con el ruido del secador, sobre todo al encenderlo. Un buen consejo es encender el secador antes de llevar al gato a la habitación, para que se acostumbre al sonido.
Puedes usar un secador de mano normal y corriente (cuanto más potente, mejor). Aunque en el mercado existen secadores y expulsores de aire profesionales, la principal ventaja de estos es su mayor potencia, tambien puedes usar soportes que te permiten tener las manos libres para peinar y manipular mejor al gato.
Muchos gatos se asustan con el ruido del secador, sobre todo al encenderlo. Un buen consejo es encender el secador antes de llevar al gato a la habitación, para que se acostumbre al sonido.
Puedes usar un secador de mano normal y corriente (cuanto más potente, mejor). Aunque en el mercado existen secadores y expulsores de aire profesionales, la principal ventaja de estos es su mayor potencia, tambien puedes usar soportes que te permiten tener las manos libres para peinar y manipular mejor al gato.
Métodos de Secado: "Manos Libres" o en Pareja
Hay gatos que toleran el secador sin problemas y otros que solo lo toleran si está encendido pero sin movimientos.
Opción "Manos Libres": Si tu gato es de los que se asusta con el movimiento del secador, lo ideal es poder colocar un "porta-secador" (similar al de la foto). Esto te dará un "manos libres" muy práctico. Si no puedes conseguir uno, puedes dejar el secador inmóvil sobre una toalla y poner al gato en la dirección del aire.
Opción en Pareja: Sin duda, la opción más cómoda, especialmente para principiantes, es hacerlo por parejas: uno sujeta el secador y el otro peina y manipula al gato.
Opción "Manos Libres": Si tu gato es de los que se asusta con el movimiento del secador, lo ideal es poder colocar un "porta-secador" (similar al de la foto). Esto te dará un "manos libres" muy práctico. Si no puedes conseguir uno, puedes dejar el secador inmóvil sobre una toalla y poner al gato en la dirección del aire.
Opción en Pareja: Sin duda, la opción más cómoda, especialmente para principiantes, es hacerlo por parejas: uno sujeta el secador y el otro peina y manipula al gato.
La Técnica: Secado y Peinado Simultáneo
El secreto de un buen secado es peinar y secar al mismo tiempo. Mientras uno sujeta el secador, el otro peinará suavemente al gato con el peine, separando los pelos hasta que cada pelo queda "suelto" y libre. Para que el pelo se suelte mas facil es aconsejable usar un peine de volumen y aplicando acondicionador bi-fásico sobre el .
¡Cuidado con la Temperatura!: Controla la temperatura del secador. Si está muy caliente y lo dejas fijo siempre en el mismo punto, le puede hacer daño al gato y, evidentemente, no le gustará nada. Puedes empezar con una temperatura templada-caliente y terminar con un aire más frío.
Secado a Contrapelo: Empezaremos a secarlo por el cuello, lomo y costados. Los movimientos con el peine deben ser precisos y constantes. Lo peinaremos principalmente a contrapelo, lo que le dejará un aspecto más voluminoso y "esponjoso".
¡Cuidado con la Temperatura!: Controla la temperatura del secador. Si está muy caliente y lo dejas fijo siempre en el mismo punto, le puede hacer daño al gato y, evidentemente, no le gustará nada. Puedes empezar con una temperatura templada-caliente y terminar con un aire más frío.
Secado a Contrapelo: Empezaremos a secarlo por el cuello, lomo y costados. Los movimientos con el peine deben ser precisos y constantes. Lo peinaremos principalmente a contrapelo, lo que le dejará un aspecto más voluminoso y "esponjoso".
Manejo de Zonas Sensibles
Existen unas zonas más sensibles para el gato (cara, frente, nuca y, en algunos, cola y extremidades) que a la mayoría no les gusta nada que les sequen. Estas partes las podemos dejar para el final e ir dándoles ocasionalmente durante el proceso.
También debemos prestar especial atención a su zona trasera (levanta la cola para tener mayor visibilidad y cuidado de no hacerle daño con el peine) y a sus extremidades y la zona de las axilas, donde es muy común la presencia de pequeños nudos.
Para peinar estas zonas difíciles, puedes probar a poner el gato "panza arriba" si se deja, o ponerlo de pie sobre sus patas traseras sujetándolo por las delanteras (mientras uno lo sujeta, el otro seca y peina).
Por último, nos encargaremos de la cola y de las patas. La cola se peina también a contrapelo o a favor del pelo, hasta que cada pelo quede suelto.
También debemos prestar especial atención a su zona trasera (levanta la cola para tener mayor visibilidad y cuidado de no hacerle daño con el peine) y a sus extremidades y la zona de las axilas, donde es muy común la presencia de pequeños nudos.
Para peinar estas zonas difíciles, puedes probar a poner el gato "panza arriba" si se deja, o ponerlo de pie sobre sus patas traseras sujetándolo por las delanteras (mientras uno lo sujeta, el otro seca y peina).
Por último, nos encargaremos de la cola y de las patas. La cola se peina también a contrapelo o a favor del pelo, hasta que cada pelo quede suelto.
Una Herramienta Adicional: La Cabina de Secado
Además de los métodos manuales descritos, en los últimos años han ganado popularidad las cabinas de secado, especialmente en criaderos o entornos con varios gatos.
Las cabinas de secado son una ayuda excelente, sobre todo si tienes que bañar a más de un gato. Permiten una gran optimización del tiempo. El concepto es sencillo: puedes usarlas para quitar la humedad inicial y más gruesa de un gato, dejándolo en un entorno de secado pasivo y controlado, mientras tú te dedicas a secar a fondo a otro gato con el secador manual y el peine.
Sin embargo, es fundamental ser realista con el resultado que ofrecen. Si tu objetivo es el manto voluminoso y perfectamente estirado que caracteriza a un Persa o Exótico de exposición, debes saber que, a día de hoy, no existe ninguna cabina que deje el pelo con el mismo volumen y acabado profesional que se consigue con un secador de alta potencia y la técnica de peinado simultáneo.
El secado en cabina es pasivo; el aire seca el pelo, pero no lo estira ni lo ahueca desde la raíz como lo haces tú con el peine.
Por ello, el uso ideal de la cabina en este contexto es un método híbrido:
Se utiliza la cabina para un presecado (eliminar aproximadamente el 70-80% de la humedad).
Posteriormente, se saca al gato y se lleva a la mesa para realizar el secado final con el secador de mano y el peine, asegurando que el subpelo quede perfectamente seco, el manto estirado y se consiga el volumen "esponjoso" deseado.
Las cabinas de secado son una ayuda excelente, sobre todo si tienes que bañar a más de un gato. Permiten una gran optimización del tiempo. El concepto es sencillo: puedes usarlas para quitar la humedad inicial y más gruesa de un gato, dejándolo en un entorno de secado pasivo y controlado, mientras tú te dedicas a secar a fondo a otro gato con el secador manual y el peine.
Sin embargo, es fundamental ser realista con el resultado que ofrecen. Si tu objetivo es el manto voluminoso y perfectamente estirado que caracteriza a un Persa o Exótico de exposición, debes saber que, a día de hoy, no existe ninguna cabina que deje el pelo con el mismo volumen y acabado profesional que se consigue con un secador de alta potencia y la técnica de peinado simultáneo.
El secado en cabina es pasivo; el aire seca el pelo, pero no lo estira ni lo ahueca desde la raíz como lo haces tú con el peine.
Por ello, el uso ideal de la cabina en este contexto es un método híbrido:
Se utiliza la cabina para un presecado (eliminar aproximadamente el 70-80% de la humedad).
Posteriormente, se saca al gato y se lleva a la mesa para realizar el secado final con el secador de mano y el peine, asegurando que el subpelo quede perfectamente seco, el manto estirado y se consiga el volumen "esponjoso" deseado.